Saludos, norteños. Por fin retomo el blog tras un largo período de abandono. En breves espero aumentar la cantidad de entradas y empezar a enseñar alguna cosita que tengo pendiente de acabar.
Porque sí, es para matarme, pero después de tanto tiempo sin escribir aquí, ahora que he vuelto a hacerlo no vengo a hablar de miniaturas, estrictamente. Todo tiene su explicación.
Veréis, en La Guerra del Anillo hemos empezado a crear un FanFic (relato fanmade, como su nombre indica no es oficial ni tiene por qué ser verídico con la fuente de inspiración). Decidimos basar nuestro Fanfic en la Batalla de Valle, que tiene lugar durante el 3018 de la Tercera Edad, y es un fragmento de la guerra del anillo que no aparece en el libro y que se menciona por encima en los Apéndices del Señor de los Anillos. Elegimos dicho suceso porque lo consideramos atractivo y muy poco explorado, lo que nos permitía más libertad a la hora de desarrollar nuestra propia historia.
Así pues, cada escritor debíamos crear un personaje con sus correspondientes características, y desarrollarlo a lo largo de la historia. Yo elegí representar un soldado de Rhûn, para que al menos haya un personaje de la oscuridad presente en el relato, y porque quería dotar a las tropas de Sauron una imagen totalmente diferente a la que estamos acostumbrados a ver. Mi personaje no es malo por naturaleza, es un campesino obligado a pelear en una guerra que ni entiende ni quiere entender. Sin más dilación, aquí os dejo con el perfil aviso de que es considerablemente largo:
Nombre:
Yiltîg, hijo de Gotkîg.
Edad:
21 años, nacido en el 2997 de la Tercera Edad.
Físico:
La tez amarillenta y el cabello negro azabache, recogido en una corta y
apretada coleta, no le diferencian en absoluto del resto de sus camaradas
Easterlings. Su estatura es de 1,78 centímetros y pesa 79 kilogramos. No es de
los hombres más altos de su regimiento pero tampoco resulta especialmente bajo.
Puede parecer de complexión algo débil pero debajo de la pesada armadura dorada
se esconde una fibrosa y potente musculatura. Bajo el casco se observan unos
penetrantes y todavía jóvenes ojos verdosos que ni se imaginan lo que les
espera por contemplar aún. Su vestimenta es la típica armadura de guerra de los
hombres del Este, sin ningún adorno ni distinción respecto al resto de sus
camaradas. Una fría alma más, perdida en un campo dorado y carmesí.
Personalidad:
Yiltîg es un oriental joven y despreocupado, reservado en la multitud pero
cálido en la intimidad que proporciona una buena compañía. Él no es una
malévola y despiadada máquina de matar, que ansía la destrucción de los hombres
occidentales, como estos mismos creen. No. Solo es un hombre corriente, que
disfruta de los bienes del campo durante del día y de los abrazos de su esposa
durante la noche. Está (o estaba) satisfecho con su estilo de vida hasta que le
introdujeron en una guerra en la que no deseaba formar parte, por mucho que se
diga que tienen tierras prometidas en el lejano Occidente. No anhela conquistar
territorios, gloria o riquezas, una vida placentera y relajada es más que
suficiente para él.
Trasfondo:
Nuestro extraño protagonista nació durante una fría noche de invierno, entre
los miembros de su tribu. Su familia ostenta una antigua tradición desde hace
infinidad de años: la caza. Su padre, Götkîg, Flecha del Cielo en el idioma
común de la Tierra Media, fue cazador, al igual que su abuelo y su bisabuelo,
así que el destino de Yiltîg, Flecha de Viento, no podría ser diferente. O no
debería.
El
joven muchacho oriental fue instruido por su padre desde edad muy temprana en
el arte de la caza, pues la alimentación del resto de la tribu dependía de él y
de un puñado más de cazadores en las áridas tierras de Rhûn, donde el cultivo
se antojaba complicado. Así, Yiltîg fue creciendo y destacó en el uso del arco
a la hora de usarlo para sustentar a la tribu, en especial cuando la imparable
fuerza de la edad se llevó a su padre. El joven cazador halló una esposa, de
nombre Oyna, con la que se prometía engendrar hijos y llevar una vida feliz.
Pero entonces ocurrió.
Una
calurosa mañana, llegaron a la tribu un poderoso comandante oriental con un
poblado destacamento de soldados. Dijeron que el Rey de Rhûn se había aliado
con el Señor Oscuro de la negra tierra de Mordor, al que llaman el Gran Ojo, y
que todos los hombres capaces de luchar debían engrosar inmediatamente en las
filas del ejército oriental. Así pues, los hombres de la tribu pasaron a formar
parte del ejército, nuestro protagonista incluido. A él le asignaron un puesto
en uno de los regimientos arqueros, y sin apenas despedirse de su esposa, ni
mucho menos darle un hijo, Yiltîg marchó a la guerra, si ni siquiera
posibilidad de mirar atrás. Ahora lo único que desea es mantenerse vivo para
regresar a su querida tribu y olvidar los horrores que le están por venir. Lo
primero quizá lo consiga, lo segundo jamás.
A medida que avance la historia iré publicando aquí los capítulos que correspondan a mi personaje. Estoy bastante ilusionado con este proyecto y lo he cogido con bastantes ganas, estoy pensando hasta en hacerle una mini para representarlo, el problema es que no sé como conversionarlo o dortalo de personalidad en la miniatura. Espero que os haya gustado, muchas gracias por leerlo, Aquí podréis seguir el tema y ver todas las publicaciones. ¡Nos vemos en la Ciudad de Valle!